¿Por qué somos engañados tan fácilmente?
por Horacio Velmont
grupo.obnosis@gmail.com
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“Se puede engañar a todos poco
tiempo, se puede engañar a algunos todo el tiempo, pero no se puede
engañar a todos todo el tiempo”.
Para sobrevivir, las sociedades hacen acuerdos mutuos donde están involucrados el no matar, el no robar, el no engañar, la solidaridad, etc. En otras palabras, donde la buena fe está siempre presente.
La buena fe significa que se presume que lo que se dice o se hace tiene el sello de la verdad y no del engaño.
Es inimaginable que una sociedad pueda
sobrevivir si en lugar de primar la buena fe lo que primara fuera el
engaño, el asesinato, el robo o la falta de solidaridad.
Estos acuerdos mutuos de supervivencia no necesitan que estén escritos porque surgen naturalmente como algo obvio.

Esta postura de credibilidad hace que
aquellos que quieren manipular a la sociedad utilicen los medios de
comunicación para mentirle y conducirla como rebaño al matadero. Y lo de
“matadero” no es ningún eufemismo, sino un hecho real.
Hace algunos días me tiré en el pasto a
descansar unos minutos –yo vivo en Buenos Aires– y de pronto vi una
estela parecida a la que dejan los aviones, pero obviamente, por sus
extrañas formas y peculiar consistencia, no tenía este origen. Es decir,
era lo que se conoce como ”Chemtrails”, envenenamiento del aire con la
finalidad de enfermar y diezmar a la población.
La gente le cree a las autoridades cuando éstas dicen que quienes denuncian estos hechos son delirantes conspiranoicos.
Y lo mismo nos envenenan con la
vacunación y la fluoración del agua e incluso nos trastornan la mente
con el sonido The Hum (el “zumbido”).
Tan acendrada tiene la población la idea
de creerle a las autoridades que cuando uno trata de informarle, por
ejemplo, que el tsunami contra Japón no fue un hecho de la naturaleza
sino que lo provocó artificialmente Estados Unidos cumpliendo una
amenaza, nos miran como diciendo “¡vaya, qué tontería!”.
Y lo mismo con el cuento del calentamiento global, que es otra de las grandes mentiras porque detrás hay un gran negocio.
Menos mal que no estamos en la época de
la Inquisición, porque de lo contrario ya nos hubieran condenado a la
hoguera por el solo hecho de decir que el ser humano fue el resultado de
una clonación hecha por Jehová, un Humano Primordial originario de la
Tierra hueca, que fue presa del ego y se volvió loco, embaucándonos a
todos haciendonos creer que era Dios. Y que la frase bíblica “hagamos
al hombre a nuestra imagen y semejanza” se explica porque quien clonó a
Adán y Eva era precisamente humano y no Dios.
Estos hechos, así como muchos otros,
fueron anticipados por el gran vidente argentino Benjamín Solari
Parravicini, como el tsunami de Japón y la muerte fingida del presidente
argentino Néstor Kirchner.
Aquellos que hemos despertado hacemos todos los esfuerzos posibles para que otros también despierten.
Pero la verdad es que la gente está muy dormida. No obstante, nosotros continuamos porque sabemos que la gente al final despertará y la verdad al final se impondrá. Nada tendría sentido si no fuera así.
NOTA DE HORACIO VELMONT
Desde ya que también habría que incluir
otros factores que hacen que la gente crea con tanta facilidad lo que le
dicen, aunque sea inverosímil, como por ejemplo el hecho de que los
seres humanos no ven el mundo como es sino como quieren que sea (“quod volumus, facile credimos”); la
ignorancia, ya que ésta es el origen de todos los males, e incluso los
engramas, con el contenido verbal del tipo “tú crees todo lo que te
dicen” o “lo que escuchas es la verdad”.
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